Mediante la clasificación granulométrica de nuestra arena, conseguimos cortes adecuados para cada uso.
Una correcta clasificación es la clave para el correcto rendimiento del producto, en cualquiera de sus múltiples aplicaciones.
Cuando vemos una muestra de arena de sílice, en la que sus granos son homogéneos en cuanto al tamaño, es porque ese producto ha pasado por el proceso de clasificación mediante el cribado. 

Para determinar su clasificación de una forma más exacta se realizan curvas granulométricas de la arena de sílice, obteniendo con ello los datos relativos al tamaño de sus granos.
En base a esta información se obtienen los distintos cortes granulométricos, cuya precisión será determinante a la hora del uso del producto.